S. Bernardo, camino de fe en Oia
Celebrábamos el sábado pasado la memoria de S. Bernardo, figura de gran peso en nuestras parroquias como lo demuestra su presencia frecuente en la imaginería de los templos. Gran impulsor de la orden del císter cuya expansión en el noroeste de la península tuvo también como centro neurálgico el monasterio de Sta. María de Oia.
Apreciemos en esta imagen un alto relieve recién restaurado que se encuentra en la iglesia de Sta. María. Talla que perteneció con seguridad a un conjunto escultórico mayor del que no se conservan más elementos. Se representa la lactación de S. Bernardo. La tradición del premio lácteo de S. Bernardo, integrada en las corrientes teológicas cistercienses, representa a la Virgen premiando con el dulce néctar de su leche al santo abad por su gran devoción y escritos marianos.
La leche enaltece la maternidad de María y representa el alimento espiritual para la humanidad del que S. Bernardo supo nutrirse alcanzando su reconocida ciencia y sabiduría.
En la Sagrada Escritura son frecuentes los pasajes, como el que sigue, en donde se enaltece el alimento materno y se compara a la Iglesia, comunidad de bautizados, con Jerusalén, la madre que en sus brazos alimenta a su criatura.
«¡Alegraos con Jerusalén y regocijaos por ella todos los que la amáis.; llenaos de alegría por ella todos los que por ella hacías duelo! Para que maméis y os saciéis del consuelo de sus pechos, para que chupéis y os deleitéis de su ubre bien cargada. Porque así dice el Señor: Yo haré correr hacia ella la prosperidad como un río y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda. Mamaréis acunados en los brazos, sobre las rodillas seréis acariciados.» (Is 66, 10-12)